Los dueños de pymes deben entender que el dinero que manejan es el dinero de su negocio. Y poder diferenciar entre ese dinero y el personal es sumamente importante para no tener problemas financieros.
No es extraño que el dueño de una empresa considere que los recursos de su negocio son sólo suyos y pretenda, disponer de ellos como le conviene, poniendo incluso en riesgo la viabilidad del emprendimiento.
Confundir las finanzas personales con las del negocio es un grave error. Solo uno de cada tres negocios sobrevive más de 5 años, la falta de planeación financiera y distinción con las finanzas personales de los dueños,tiene que ver mucho con eso.
¿Cómo evitar este problema?
1. Asígnate un sueldo: Así evitarás la tentación recurrente de hacerte algún préstamo. Intenta otorgarte un salario que sea competitivo para la función que desempeñas. No te sobrepagues pero tampoco desvalorices tus actividades.
2. Cuentas de banco y presupuestos por separado: No mezcles los gastos de tu casa con los del negocio. El flujo de la empresa no deberá de cubrir tus gastos personales o familiares ni viceversa.
3. Aprovecha las ventajas fiscales: Hay algunos gastos deducibles para tu negocio que puedes aprovechar de tus gastos relacionados a la empresa. Así como no deberás subsidiarte de la empresa, no la subsidies tú. Oriéntate sobre esto y crea un balance.
4. Crea tu gobierno corporativo y distribuye funciones: Gobierno corporativo no sólo son palabras rimbombantes y sofisticadas. Si eres el director general de la empresa, no significa que todas las decisiones finales sean tuyas y más en temas de recursos financieros. Ten firmas mancomunadas con el responsable de finanzas o tesorería; ten apertura y claridad de la aplicación de gastos del negocio y las decisiones de inversión.
Sé disciplinado y estructurado y dale la oportunidad a tu empresa o negocios de perdurar por muchos años y generar bienestar y empleo a muchas personas más.