Un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos cita dos razones principales por las cuales las empresas fracasan: la falta de una planificación adecuada y un liderazgo deficiente. En cierto modo, ambos factores están ligados a las decisiones tomadas por el propietario de la empresa. Las malas decisiones, como demasiada deuda o inversiones inviables, pueden alterar dramáticamente el destino de tu empresa. En este artículo, analizaremos algunas formas en que los emprendedores pueden mantener la salud de sus libros financieros mediante una planificación inteligente y un liderazgo serio
1. Equity vs. deuda
Uno de los dilemas perennes que enfrentan los emprendedores mientras recaudan fondos para su negocio es la elección entre equity (parte de la propiedad de una empresa) y deuda. Recaudar fondos al renunciar a la equidad puede parecer atractivo para un emprendedor que quiere crecer rápido. Sin embargo, renunciar a demasiada propiedad de tu negocio a cambio de inversión diluye tu propia participación en la empresa y puede ser una mala elección a largo plazo. La deuda, por otro lado, se puede pagar y te permite retener su control sobre el negocio. En otras palabras, aunque aumentar la deuda puede ser doloroso a corto plazo, protege tu participación a largo plazo y, por lo tanto, puede generar mayores dividendos.
2. Cuándo elegir deuda sobre patrimonio
Un número de nuevas empresas en el espacio web y tecnológico de hoy no tienen una política clara de monetización durante la fase de lanzamiento. Compañías como Twitter pasaron por varias rondas de recaudación de fondos antes de comenzar a ganar dinero. Es una buena idea renunciar a la equidad en tales casos, ya que estas empresas no cuentan con un flujo de ingresos claro para comenzar a pagar su deuda. Sin embargo, si la tuya es una empresa nueva o una Pyme con un flujo de ingresos ya establecido y estable, no hay ninguna razón por la que deba elegir el capital sobre la deuda.
3. ¿Cuánta deuda es demasiada deuda?
Hay un límite a la cantidad de deuda que puede asumir una empresa. Vale la pena señalar que los ingresos del negocio no siempre serán consistentes. Las fuerzas del mercado que están fuera de tu control pueden aumentar o reducir la demanda de tu producto o servicio. Por lo tanto, es una buena idea tomar solo una deuda que se pueda pagar incluso si dejas de ganar dinero por un mes o dos. Un buen emprendedor sabe que debe mantener un equilibrio justo entre el dinero recaudado a través de la deuda y el efectivo infundido a través de la venta de partes de su empresa a inversionistas externos.
4. Mantener bajo capital de trabajo
El capital de trabajo es el efectivo necesario para mantener el negocio en funcionamiento. Es esencialmente el valor de tus activos actuales menos tus pasivos actuales. La construcción de su producto requiere una inyección de capital y, sin un cliente que pague, tu producto es un pasivo en espera de ser liquidado. Las empresas que ofrecen largos períodos de crédito a sus clientes requieren un alto capital de trabajo. Por otro lado, si exiges un pago por adelantado para tu producto o servicio, entonces los activos líquidos en tu sistema son más altos que los pasivos. Por lo tanto, sería necesario un bajo capital de trabajo. Modifica los procesos de tu negocio, incluyendo los períodos de crédito, para reducir el capital de trabajo necesario para administrar tu empresa.
5. Insistir en las facturas recurrentes
Las aplicaciones modernas de software te permiten configurar la facturación automática en tus compras. Hay dos grandes ventajas con el uso de facturas recurrentes para tus clientes. En primer lugar, reduce las cuentas por cobrar de tu negocio. Aunque es habitual marcar las cuentas por cobrar como un activo en tus libros contables, puede ser un pasivo para las pequeñas empresas que no cuentan con los recursos o los medios para recibir el pago a tiempo de sus servicios prestados. En segundo lugar, los pagos automatizados establecen un nivel de consistencia en tus estados de resultados. Esto ayudará a tu plan de negocios con una mejor planificación de la demanda y la gestión logística.
Los consejos proporcionados anteriormente pueden ayudar a tu organización a reducir la deuda adeudada sin comprometer demasiado la propiedad de tu empresa. Además, al ajustar tus prácticas de crédito, es posible establecer un proceso de negocios saludable que sea más adecuado para enfrentar los caprichos y la inestabilidad del mercado y garantizar la supervivencia de tu negocio a largo plazo.