Alguna vez hemos caído en alguno de estos hábitos, es el momento de erradicarlos por completo para que no se interpongan entre usted y su sueño hecho realidad.
Las personas somos seres de hábitos y costumbres y si de algo no hay duda, es que son justamente estos los que en gran parte nos definen. Es por esta razón que es tan importante realizar una revisión constante de los hábitos que adoptamos en nuestra vida y ver cómo estos contribuyen o no, con las metas que nos hemos propuesto alcanzar.
Sabemos que las personas exitosas comparten elementos, que en la mayoría de las ocasiones, son los factores que los llevan a alcanzar el éxito. Pero en esta ocasión aplicaremos la fórmula al contrario, queremos hablarle, de cuáles son esas prácticas negativas que cualquier persona que desee triunfar debe eliminar de su vida.
Sacúdase la flojera: organice sus actividades, realice una agenda, planifíquese y cúmplala a cabalidad, no haga concesiones con su propio tiempo. Realice el primer paso y deje de posponer, olvídese de las excusas (siempre encontrará una lo suficientemente buena para justificarse), pero si no comienza a ejecutar las acciones que lo llevarán a su meta, nadie lo hará por usted. La pereza no es buena compañera.
Recoja la toalla: si es de esas personas que arranca con facilidad una tarea, pero a la mitad se cansa o se fastidia y decide tirar la toalla, debe comenzar a practicar la perseverancia. Los obstáculos siempre estarán ahí y muchas veces ante las dificultades la opción más sencilla parece ser abandonar, la clave está en no dejarse tentar, en mantener la vista fija en el objetivo y no permitir desviaciones. La inconstancia no conduce al éxito.
Adiós a la negatividad: es normal que en muchas ocasiones, sea más sencillo encontrar el lado negativo de las cosas, que el positivo; sin embargo esta es una de las prácticas más importantes que debemos erradicar. Cuando le invada un pensamiento negativo sobre algo, propóngase encontrar dos pensamientos positivos que lo contrarresten, de esa forma ejercitará su mente a encontrar el lado positivo de las cosas sobre el negativo. Los obstáculos más difíciles de vencer son los creados por tu propia mente.
Celos, malditos celos: el triunfo ajeno debe servirle como impulso e incentivo para el éxito propio. Deje atrás la envidia, el rencor, los celos y el resentimiento, cada uno de estos sentimientos solo le añadirá a su vida una carga pesada que no le dejará avanzar. El tiempo es valioso cuando se quiere alcanzar una meta, si lo malgasta preocupándose por lo logros ajenos perderá energía que puede utilizar para acercarse a su objetivo.
Encuentre el equilibrio: en ocasiones enfocamos todos nuestros esfuerzos en alcanzar un objetivo profesional y dejamos de lado nuestras metas personales, sin saber que esta práctica solo nos está alejando de lo que queremos lograr. La felicidad está constituida por pequeños factores que debemos ir sumando, uno de ellos es el bienestar. Para lograrlo debe empezar por colocar en una balanza lo que está realizando para el logro de su objetivo y lo que está haciendo por usted mismo. Pregúntese si realmente está cuidando su alimentación, si descansa lo suficiente, si realiza alguna actividad física, si disfruta de tiempo libre con sus seres queridos, si dedica tiempo a algún pasatiempo. La respuesta debe ser sí, de lo contrario comience a revisar qué puede hacer para cambiar, ya que se está haciendo daño a usted mismo y así le será más difícil alcanzar el éxito.
La instrospección le permitirá identificar estos y más hábitos que seguramente lo están alejando de su meta. Las personas exitosas se basan en la disciplina, comience con pequeños cambios, que le irán sumando grandes resultados.
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