Propósitos de Año Nuevo ¡A lograrlos!

En este 2018 está prohibido tirar la toalla, le brindamos algunas recomendaciones para plantear sus propósitos de Año Nuevo y cumplirlos al 100%.

Comienza un nuevo año y con él se renuevan las ganas de cumplir nuevas metas. Para este 2018 queremos que las cosas sean diferentes y que no se quede a mitad de camino con sus propósitos o resoluciones. Bien sea que este sea el año que decida emprender, adquirir una propiedad, viajar, estudiar, no importa cuál sea el objetivo, lo importante es no desistir.

A continuación, le brindamos algunas claves para cumplir sus propósitos de Año Nuevo.

Propósitos inteligentes: un propósito es un objetivo, entonces, apliquemos la teoría que usamos al momento de formular objetivos, la más usada la SMART, que por sus siglas en inglés significa que debemos establecer objetivos específicos, medibles, alcanzables, realistas, y con un tiempo determinado. De esa misma forma debe plantear sus propósitos para que sea mucho más fácil establecer un plan de acción para cumplirlos y además verificar los avances para no desanimarse.

Foco: mientras más heterogéneos sean los propósitos mucho más difícil será concentrar esfuerzos en ellos. Una clave, es priorizar lo que queremos lograr y establecer un propósito general, y de ahí ir desprendiendo pequeñas resoluciones, que nos ayuden a alcanzarlo. Por ejemplo, desarrollo profesional puede ser el propósito general; para alcanzarlo podemos plantearnos pasos como realizar una maestría, aprender un nuevo idioma, ampliar la red de contactos, asistir a eventos relacionados con mi área de interés, leer libros especializados, etc.

Establezca un calendario: recuerde que tiene los 365 días del año para cumplir sus propósitos. Así que haga un plan de trabajo para todo el año, procure ser lo más realista posible, no atar las tareas a factores externos, simplificar y balancear lo mejor posible las cargas según su ritmo; es decir, si en mayo es donde mayor carga de trabajo tiene, no concentre tareas importantes para ese período. Si en septiembre es cuando recibe un pago especial destine el propósito para el que requiera más dinero para ese momento.

 

Seguimiento e incentivo: como todo plan de acción la fase de seguimiento es una de las más importantes para garantizar los avances. Lleve control de todo lo que ha cumplido, así no haya alcanzado el 100%, cada paso hacia delante cuenta y no debe pasarlo por alto. Si está atrasado en alguna tarea evalúe las razones, plantee posibles soluciones y reformule a algo más sencillo. Y por último, establezca incentivos para premiar sus logros, así se sentirá mucho más gratificante el camino, estará más motivado y mucho más consciente de los avances.

Por último, no olvide plantear propósitos que disfrute en realizar, recuerde que tan importante como la meta es el camino que nos llevará a cumplirla y si no lo apasiona o motiva, será casi imposible lograrlo.

Emprender en pareja y que todo sea color de rosa

¿Puede su pareja ideal también ser su socio ideal? ¿se puede llevar una relación y un negocio al mismo tiempo con la misma persona y no fracasar en ninguno? Continúe leyendo y descúbralo.

Ya hemos hablado de cómo emprender en equipo y de cómo conseguir el socio ideal, pero qué sucede cuando esa oportunidad de emprendimiento se presenta con nuestra pareja sentimental. A muchos les puede parecer un error, a otros una genial idea. Lo cierto es que no hay una ciencia exacta sobre esto. Las ventajas pueden ser numerosas, pero los riesgos también.

Lo principal es aclarar las cosas desde un principio para tratar de no tirar la relación por la borda y tampoco fracasar estrepitosamente en el negocio. A continuación, algunas recomendaciones que puede tomar en cuenta si se decide a iniciar esa nueva aventura con su pareja.

¿Es para toda la vida?: cuando decide emprender en pareja, lo primero que debe preguntarse es si esa persona con la que está y con la que pretende asociarse, realmente es su pareja para toda la vida. Es con quien desea pasar el resto de sus años, envejecer y hacer familia. Han pasado las pruebas suficientes en la relación como para darse cuenta que son el uno para el otro, que se complementan y que hay amor, tolerancia y respeto en ambas partes y de sobra. Si la respuesta es afirmativa, esa persona tiene el primer requisito para convertirse en socio.

Reconocimiento, espacio y respeto: si quiere emprender con su pareja es porque hay algo en ella que le interesa para el desarrollo de su negocio, bien sea un conocimiento, una habilidad o una experiencia. Si es así, debe reconocerle eso que su pareja tiene y que usted carece, hacerle saber la importancia de ese elemento para el negocio y brindarle el espacio necesario para que trabaje en base a esa cualidad. Es importante que ambos se traten de igual a igual con el respeto que merecen, no intenten competir el uno con el otro.

Establecer límites: no llevarse el trabajo a la casa es una premisa que no suele aplicar del todo en el mundo del emprendimiento, y si adicionalmente nuestra pareja es también nuestro socio, se hace mucho más cuesta arriba cumplirla. Sin embargo, para lograr el éxito de ambas cosas, relación y negocio, es fundamental establecer límites, en los que no todo sea trabajo, en los que no descuiden sus actividades como pareja, en los que tengan momentos exclusivos para cultivar su relación y en la que no permitan que un desacuerdo en el negocio, les afecte como pareja. No recurra nunca a la manipulación y resuelvan como socios las cosas del negocio y como pareja las de la relación, no a la inversa. Asimismo, recuerden que ahora pasan mucho más tiempo juntos, por lo que es importante que también busquen actividades individuales por separado para evitar la saturación.

Confianza y comunicación: como en toda relación estos elementos se vuelven fundamentales. Es importante hablar las cosas, no guardar secretos, resolver los malentendidos antes que se conviertan en peleas. Contar siempre el uno con el otro, convertirse en cómplices y crecer juntos.

Emprender como pareja es una gran decisión, pero aunque pueda sonar cursi, si el amor no prevalece, no funcionará ni el negocio, ni la relación.

¿Sabes qué tipo de emprendedor eres? Descúbrelo

El tipo de emprendedor que seas te ayudará a definir con qué tipo de negocio deberías arrancar y cuáles serán tus ventajas.

No todos los emprendimientos son iguales y por supuesto tampoco los emprendedores. Hay personas que dicen haber nacido para ser emprendedores, otras se convierten según las circunstancias. Muchas veces tiene que ver con la personalidad, otras con las habilidades, otra con los recursos. Es por ello, que es común encontrar diversas clasificaciones. A continuación, exploraremos las más comunes.

Según la personalidad y el carácter

  • Intuitivo: sabemos que en el emprendimiento el la intuición juega un papel importante. Este tipo de emprendedor sigue sus corazonadas y por lo general atina. Puede parecer impulsivo, pero en realidad tiene un gran olfato para identificar las oportunidades y va tras ellas.
  • Visionario: las grandes ideas son su bandera. Siempre va un paso más allá, está al día con las tendencias y su cerebro no para nunca de producir ideas, en su mayoría innovadoras, incluso avanzadas para la época, pero es que siempre está pensando en el futuro.
  • Determinado: nada lo detiene, se cae 100 veces y se levanta 101. Su perseverancia y determinación lo conducen; puede parecer testarudo, pero en realidad se rehúsa a renunciar a su sueño. Su pasión es contagiosa, por lo cual suele conseguir adeptos que se sumen a su idea.

Según las circunstancias

  • Por necesidad: suele ser uno de los principales motivos, bien sea porque ya no se sienten a gusto en su lugar de trabajo, tienen un vacío que necesitan llenar o porque están pasando por una situación económica o profesional negativa.
  • Por casualidad: muchas veces solo es cuestión de estar en el momento adecuado y en el lugar correcto para conseguir una oportunidad que no estábamos buscando; pero que si llega se sabe aprovechar.
  • Intra emprendedor: es el que nace dentro de la organización. Muchas veces debido a que su experticia sobre el negocio lo lleva a identificar una necesidad o una oportunidad y también una posible solución.
  • Social: quieren generar un cambio, bien sea por una experiencia que vivieron, por algún contacto cercano con una comunidad o por vocación, lo importante es que tienen un ideal de hacer un aporte o una contribución para beneficiar a un grupo de personas desfavorecidas.

Según los recursos

  • Inversionista: se trata de aquellos emprendedores que tienen un capital importante, quieren colocarlo a producir y para ello invierten en ideas que consideren innovadoras o rentables.
  • Especialista: gracias a su educación o experiencia acumula gran cantidad de conocimientos en un área específica lo que le otorga gran facilidad para generar ideas o desarrollar nuevos productos o servicios.

 

Cada uno de ellos tiene sus fortalezas y sus oportunidades, lo importante es identificarlas, aprovecharlas y en la medida de lo posible generar grupos heterogéneos con diversos tipos de perfiles.