Así como en las finanzas personales hay pequeñas cosas que realizamos que pueden significar una fuga de capital, en las empresas sucede lo mismo. Aquí le ayudamos a reconocer qué fallos puede tener en sus procesos que le esté significando una pérdida para el negocio.
Cuando emprendemos un negocio es importante tener un control riguroso de los costos, así como de los gastos y la producción. De esta forma logramos minimizar los riesgos de pérdida.
En tal sentido le enumeramos los desperdicios más frecuentes que suelen encontrarse en las empresas.
Tiempo: este es sin duda uno de los elementos más frecuentes. El tiempo es uno de los mayores desperdicios en todas las empresas, desde los procesos, hasta los mismos empleados. Detalles tan pequeños como la impuntualidad, el tiempo de más en un break, significan pérdidas, incluso de dinero.
La poco eficiencia en los procesos también genera cantidades importantes de tiempo muerto, por lo que es necesario afinar bien cada detalle de manera que todos tengan una sincronización perfecta, en donde no se generen esperas innecesarias.
La sobreproducción: si no se tiene claro cuál es la demanda real del producto, cuál es la estacionalidad del mismo y sus respectivos picos; es común caer en la tentación de producir por encima de lo necesario. Hay que desechar el mito de que es preferible tener mercancía almacenada, para cuando el mercado lo requiera. Esta práctica genera pérdida de tiempo valioso, mano de obra, maquinaria e incluso un incremento en los gastos fijos, que terminará siendo contraproducente para su negocio.
Defectos: al principio puede parecer insignificante los desechos que generamos por producción defectuosa, pero en realidad es porque no existe una verdadera consciencia sobre la merma que la acumulación de esto genera a lo largo del tiempo.
Es por esta razón que el primer paso aquí es afinar el ojo de águila para detectar en dónde puede estar ocurriendo el quiebre que ocasione los defectos y por ende los desechos. Es necesario mucha supervisión y culto al detalle, así como un trabajo de crear consciencia en los empleados, sobre el valor y la importancia de cada materia prima, por lo cual es importante tratar de aprovecharla al máximo.
Inventario: este elemento está muy ligado a la sobreproducción, y por lo general va a asociado a un mal cálculo y/o desconocimiento del funcionamiento del negocio. Es una práctica común en el ser humano acumular cosas, en ese sentido, es común encontrar materiales que se guardaron y nunca se utilizaron, materia prima innecesaria, piezas obsoletas. Añadido a esto, un exceso de inventario, genera mayor inversión de tiempo para organizarlo, lo que nos lleva de nuevo al punto sobre el tiempo.
Procesos: aquí se puede resumir casi todo. Cuando logramos optimizar al máximo los procesos, de modo que no existan retrabajos, tiempos muertos, y la eficiencia sea mayor, aminoramos las pérdidas en un gran porcentaje.
Es por esto, que es importante una constante y exhaustiva revisión de los mismos, con el fin de detectar posibles mejoras o fugas o incluso repeticiones.
Existen otros despilfarros importantes, sin embargo cada negocio es diferente y por lo tanto la revisión será en función a la naturaleza de cada uno. Lo importante es no pasarlos por desapercibidos, ya que pueden estar generando un retraso importante en el retorno de inversión del emprendimiento.