¿Puede su pareja ideal también ser su socio ideal? ¿se puede llevar una relación y un negocio al mismo tiempo con la misma persona y no fracasar en ninguno? Continúe leyendo y descúbralo.
Ya hemos hablado de cómo emprender en equipo y de cómo conseguir el socio ideal, pero qué sucede cuando esa oportunidad de emprendimiento se presenta con nuestra pareja sentimental.
A muchos les puede parecer un error, a otros una genial idea. Lo cierto es que no hay una ciencia exacta sobre esto.
Las ventajas pueden ser numerosas, pero los riesgos también.
Lo principal es aclarar las cosas desde un principio para tratar de no tirar la relación por la borda y tampoco fracasar estrepitosamente en el negocio. A continuación, algunas recomendaciones que puede tomar en cuenta si se decide a iniciar esa nueva aventura con su pareja.
¿Es para toda la vida?: cuando decide emprender en pareja, lo primero que debe preguntarse es si esa persona con la que está y con la que pretende asociarse, realmente es su pareja para toda la vida. Es con quien desea pasar el resto de sus años, envejecer y hacer familia.
Han pasado las pruebas suficientes en la relación como para darse cuenta que son el uno para el otro, que se complementan y que hay amor, tolerancia y respeto en ambas partes y de sobra. Si la respuesta es afirmativa, esa persona tiene el primer requisito para convertirse en socio.
Reconocimiento, espacio y respeto: si quiere emprender con su pareja es porque hay algo en ella que le interesa para el desarrollo de su negocio, bien sea un conocimiento, una habilidad o una experiencia.
Si es así, debe reconocerle eso que su pareja tiene y que usted carece, hacerle saber la importancia de ese elemento para el negocio y brindarle el espacio necesario para que trabaje en base a esa cualidad. Es importante que ambos se traten de igual a igual con el respeto que merecen, no intenten competir el uno con el otro.
Establecer límites: no llevarse el trabajo a la casa es una premisa que no suele aplicar del todo en el mundo del emprendimiento, y si adicionalmente nuestra pareja es también nuestro socio, se hace mucho más cuesta arriba cumplirla.
Sin embargo, para lograr el éxito de ambas cosas, relación y negocio, es fundamental establecer límites, en los que no todo sea trabajo, en los que no descuiden sus actividades como pareja, en los que tengan momentos exclusivos para cultivar su relación y en la que no permitan que un desacuerdo en el negocio, les afecte como pareja.
No recurra nunca a la manipulación y resuelvan como socios las cosas del negocio y como pareja las de la relación, no a la inversa. Asimismo, recuerden que ahora pasan mucho más tiempo juntos, por lo que es importante que también busquen actividades individuales por separado para evitar la saturación.
Confianza y comunicación: como en toda relación estos elementos se vuelven fundamentales. Es importante hablar las cosas, no guardar secretos, resolver los malentendidos antes que se conviertan en peleas. Contar siempre el uno con el otro, convertirse en cómplices y crecer juntos.
Emprender como pareja es una gran decisión, pero aunque pueda sonar cursi, si el amor no prevalece, no funcionará ni el negocio, ni la relación.