5 errores que ningún jefe debe cometer

Ser un buen líder no es fácil, pero ser uno malo sí lo es. Es por eso, que le dejamos algunos de los errores más frecuentes que cometen los jefes y que sus empleados no perdonan. Le aseguramos que hay muchos más, pero este es un buen comienzo.

El manejo de personal no es tarea fácil, el trato con las personas, lidiar con las personalidades y emociones de cada integrante del equipo, potenciar lo mejor de cada uno, conciliar y distribuir asignaciones, son solo algunas de las responsabilidades de un líder. Ante una tarea que desde un principio se presenta con grandes dificultades es común incurrir en errores.

Si quiere convertirse en un buen jefe le dejamos un listado de los principales errores que cometen los supervisores con sus empleados, para que pueda hacerse una autoevaluación y corrija esos detalles que pueden estar haciendo que sus trabajadores no lo tengan en buena estima.

No escucha: es uno de los males más recurrentes, y suele hablar del ego. No escuchar y no interesarse en las opiniones de los demás proyecta sensación de tener la verdad absoluta y por lo tanto, genera incomodidades en el equipo.

Exceso de control: es cierto que los jefes deben supervisar, sin embargo, hacerlo sin dar respiro a los empleados termina por ahogarlos, cansarlos y lo peor de todo, aniquila su creatividad. Es necesario dar un poco de libertad y brindar espacios para crear e innovar.

Sobrecarga de trabajo: equilibrar responsabilidades y cargas no es sencillo, influyen muchos factores, bien sea que alguien tiene más facilidad para una tarea, ser más eficientes o llegar a la meta más rápido. Pero es importante no olvidar que mientras más se sobrecargue de trabajo, corremos el riesgo de que la productividad disminuya a causa de la desmotivación o desgaste.

Falta de confianza: No creer en el equipo y en sus habilidades es uno de los errores más letales. Dar por sentado, que no tienen la capacidad de llevar a cabo una tarea, o que constantemente está a la espera de que se equivoquen, lo conduce a otro error, no desafiarlos y cuando un empleado no se siente retado, entra se supera y no saca lo mejor de sí mismo.

No modelar con el ejemplo: no hay nada peor que un jefe que exija cosas que él mismo no cumple. Esto da una sensación de hipocresía y de distanciamiento muy dañino para cualquier equipo.

No dar la cara: los jefes deben ser la voz del equipo y representar sus intereses. Si un jefe no es capaz de elevar las quejas, tratar de solventar las inconformidades de su gente y defenderlos ante terceros e incluso superiores, no será bien visto. El jefe debe ser el último que salte cuando el barco se está hundiendo, no el primero en escapar para no verse salpicado por los daños. Las responsabilidades son compartidas. El error de un subordinado automáticamente también se convierte en un error del líder.

Muchas veces la desmotivación de un equipo de trabajo comienza por la cabeza, hay que saber identificarlo y corregirlo, porque de lo contrario los empleados se verán más tentados a abandonar la empresa, pero también lo hará el próximo que venga, ya que la raíz del problema se mantiene intacta.

¿Con ganas de ser el mejor líder? 5 tips para lograrlo.

Para ser el mejor líder no se necesitan poderes especiales, pero sí actitudes como reconocer el trabajo de los miembros del equipo, difundirlo y valorarlo.

En una empresa u oficina regular siempre hay un equipo que permite que el éxito se alcance. Es una suma de talentos y valores los que hacen, junto a una buena gerencia, a una empresa exitosa. El que un grupo de trabajadores se sienta valorado por sus ideas y trabajo crea una fidelidad inmediata y los mantiene, en pocas palabras, felices y útiles a la hora de trabajar.

Pero esta es una de la aristas que hacen que un líder se convierta en una imagen digna de admirar y no de temer.

Les comentamos a continuación 5 tips que pueden hacer de usted  “el mejor líder posible”

  1. Elogios en el momento ideal  

Un empleado no está a la búsqueda de donaciones, tampoco de regalos, una de sus misiones principales es sentirse y saberse útil para sus jefes.

Y los datos lo reflejan, una encuesta de OfficeVibe permitió conocer que 82% de los trabajadores siente que los elogios y los reconocimientos eran el mejor regalo que podían recibir. En especial aquellos que se hacen de forma pública.

Con esto no se busca la adulación, sólo el reconocimiento. Esto no sólo inspira a un equipo de trabajo, los motiva a explorar y explotar cada vez más sus talentos y posibilidades

  1. Un equipo que pueda liderar  

En algunos casos los equipos de trabajo se sienten inseguros o perdidos en cuanto a sus responsabilidades, asignaciones o incluso a lo que su superior este esperando de ellos.

¿Qué puede hacerse en estos casos?

Una junta breve (no superior a los 15 minutos), al menos dos veces a la semana donde los empleados puedan hacer preguntas, se les explique lo que se busca y se le dé su píldora de  motivación.

Dato: ofrézcale apoyo o asistencia en caso de necesitarlo.

  1. Capturar el feedback

La retroalimentación es clave para mejorar los procesos de una compañía y mantener una buena relación de trabajo con los miembros del equipo.

Escuche sus inquietudes, recuérdeles lo importante de su esfuerzo y que no es en vano lo que se está trabajando, motívelos y reconozca los sacrificios. Esta ecuación de actitudes podrá crear un flujo de trabajo exitoso.

  1. Be positive

Un líder deberá siempre lograr que la motivación se encuentre en alta, que sea una prioridad. No puede dejarse para reuniones selectivas cada 6 meses o anuales, debe ser una constante.

¿Qué podría hacerse para lograrlo?

Tomar un día de la semana para que los empleados agradezcan a alguno del equipo por su trabajo y esfuerzo.

Tenga por seguro que esto podrá sacar lo mejor de cada empleado y motivarlos a seguir adelante con sus corazonadas y trabajo.

  1. Déjese sorprender con el feedback

Los líderes no pueden estar desconectados jamás, de sus empleados o grupo que lidera. Recuerde que las críticas y elogios no son únicamente del empleado al trabajador.

Al brindarle al trabajador la posibilidad de evaluarle como líder, descubrirá cosas de usted que probablemente ni conocía.

Entender lo que el equipo necesita brinda habilidad de liderar de acuerdo con las fortalezas.

¿Listo para ser el mejor “líder posible” cada día?

Cada práctica toma su tiempo y ajuste pero los resultados serán sumamente positivos y valdrá cada uno de los esfuerzos.