Emprender a tiempo parcial es una de las tareas más complicadas para quien quiere ganar libertad financiera, principalmente porque su día tiene que dividirse en dos para poder cumplir con sus múltiples tareas.
El tiempo es siempre una de esas cosas que desearíamos poder extender, pero normalmente es el recurso más escaso y por ende el más valioso.
La jornada de un emprendedor puede empezar con muchas ganas de trabajar para conseguir lo que siempre soñó, pero la falta de organización, el estrés y la familia, son factores que influyen para tener ganas de tirar la toalla.
Está clarísimo que poner en marcha tu propio emprendimiento demanda tiempo y sobre todo dinero. Mientras trabajas en conseguir tu libertad financiera, tienes que encontrar una fuente de dinero que te permita inyectar capital.
Pero es seguro que esa situación de emprender a tiempo parcial mientras conservas tu trabajo de oficina te ha hecho perder los estribos más de una vez. ¡Calma! El que se persevera, vence. Aquí algunos consejos que pueden servirte para administrar tu tiempo.
1. Descubre tus momentos más productivos
Hay personas que están a toda marcha durante la mañana, se pueden levantar sin problemas a las 4:00 am para trabajar y estar enérgicos y productivos hasta la llegada de la tarde. Por otro lado, hay quienes se sienten más concentrados durante las horas nocturnas.
Para estar más claro en cuál es tu biorritmo, toma en cuenta estos aspectos que el mencionado estudio propone para saber con qué horario te sientes más inspirado:
- Los matutinos: son aquellos que despiertan a tempranas horas de la mañana sin necesitar una alarma y su inspiración va decayendo con el pasar de las horas. Se dice que las tres de la tarde es la peor hora para que estas personas intenten ser productivas.
- Los vespertinos: cuesta que se despierten temprano e incluso se estima que tardan horas en lograr activarse, así que a partir de las seis de la tarde es que llegan a alcanzar su máxima capacidad de energía.
- Los intermedios: el estudio afirma que estos son los que conforman 60% de la población y que por tanto, el mediodía es su hora idónea para trabajar en lo que les apasiona.
Una vez que hayas identificado tu perfil, organiza tu día para trabajar cuando eres más productivo.
2. Establece metas inteligentes
Es clave también que tengas diferentes horizontes de planeación, es decir que fijes metas de forma anual, y que las dividas en trimestres, meses y semanas.
En el caso de las metas mensuales, te recomiendo el uso del MTD (Month to Date). Este indicador te permite conocer cuál es la meta al día basado en el objetivo mensual. Por ejemplo, si tu meta es contactar 30 prospectos al mes y estas en el día 15, deberías haber contactado ya a 15 prospectos, porque estás a mitad de mes.
3. Evita el multitasking
Es realmente de mucho valor que puedas desarrollar varias tareas al mismo tiempo, es una habilidad que pocos pueden desarrollar. Sin embargo, cuando se trata de dos proyectos tan serios es mejor que tomes una pausa y dediques el tiempo prudente a cada uno por separado.
Define los tiempos, es decir, si tu trabajo es en la mañana hasta la hora de almuerzo, trata de poner el corazón en cada tarea de la oficina y, cuando salgas de ahí, dedícate solo a tu emprendimiento.
4. Delega
Es probable que en un principio puedas hacerlo todo tú solo, pero al cabo de un tiempo te sientas agobiado.
Tu emprendimiento necesita que pongas el corazón en él y para eso tienes que estar en buen estado mental y físico, o de lo contrario se retrasará aún más el proyecto.
Por eso la recomendación es que te permitas tercerizar algunas de las tareas en las que no eres experto o bien aquellas que son simples y en las que invertir tu propio tiempo no hace la diferencia.
5. Aprende a organizarte
Es probable que como emprendedor y trabajador dependiente no tengas tiempo que perder, pero ¿y si te dijera que todavía puede haber tiempo?
Por ejemplo, supongamos que tienes un vuelo a las 17:00 horas, pero se ha retrasado y lo han pospuesto para las 19:00 horas. Durante ese lapso puedes hacer algo.
Quizás dialogar con tu primer cliente, leer sobre empresas que quieres contratar para hacer avanzar tu proyecto… Es decir, hay un montón de cosas que puedes hacer en tiempos perdidos como este.
Por otro lado, también puedes aprovechar metodologías para tu propia organización como GTD, que por sus siglas en inglés es Getting Things Done o en español “hacer que las cosas sucedan”.